Mi empresa me llevó a un evento de team building donde hice, entre otras cosas, descenso de barrancos en Panticosa (Barranco de El Gorgol).
Aprendí algunas cosas que me gustaría compartir.
Ante una situación a la que no te has enfrentado nunca, el miedo puede flirtear contigo o directamente bloquearte, sobre todo si no alcanzas a ver lo largo que es el descenso ni lo que te espera al llegar al final.
Y resulta que la única manera de salir de allí es lanzarte. Ahí, mirando hacia abajo y muerta de miedo, tuve que buscar recursos para coger seguridad. Me di cuenta de que llevaba el equipo adecuado y que estaba acompañada por personas que me ayudaban; unas que sabían más que yo y otras, que simplemente veían la situación desde fuera y me indicaban dónde podía apoyarme.
Entonces llegó mi turno y empecé a bajar... y a tomar conciencia: la sensación, maravillosa; el paisaje, increíble.
Y me di cuenta de lo más importante: que me lo hubiera perdido todo si el miedo a lo desconocido o el instinto de seguridad hubieran decidido por mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario