viernes, 13 de septiembre de 2013

Médula para Mateo

En algunos sitios he leído la palabra "campaña" para definir lo que está pasando con lo que están haciendo los padres de Mateo Schell para conseguir un donante. 

Tras más de 15 años dedicada al marketing y a la comunicación casi me vence la tentación de escribir sobre este fenómeno bajo esa perspectiva. "Médula para Mateo" se convertirá sin duda ninguna en objeto de multitud de entradas de blogs especializados en social media, en caso de estudio en escuelas universitarias y, previsiblemente, en una buena película (con ese final feliz que tanto deseamos todos) si un buen guionista se esfuerza un poco. 

Pero por increíble que parezca, de marketing es de lo poco sobre lo que no escribo. Y desde luego, no creo que "Médula para Mateo" fuese concebido como una campaña. Apuesto a que la idea de hacer un blog y unos perfiles sociales no aspiraba en un primer momento a conseguir el impacto social que está teniendo. Mi opinión, es que surgió como un intento de dar a conocer el caso de Mateo y toda la información relativa a la donación de médula ósea, con la suerte de que Mateo tiene un papá que conoce a un montón de gente que tiene multitud de seguidores. La lógica es cartesiana: a mayor difusión, mayor sensibilización, y cuantos más donantes para todos, más opciones para Mateo. 

Desde aquí, toda mi admiración por convertir una lucha personal en cruzada por el bien de tantos otros. 

Porque sin duda se ha convertido en un fenómeno masivo. Comentes con quien comentes, prácticamente todo el mundo conoce a Mateo. 

Despotricamos de nuestro país, de la corrupción, de los vagos y maleantes que diría alguno. Pero hay también otra cara de la realidad. Recuerdo la avalancha en los hospitales después del 11-M, que mandaban a la gente a casa porque las reservas de sangre estaban llenas. O más recientemente, la atencion a las víctimas del accidente de tren de Santiago por bomberos que dejaban su jornada de huelga o médicos fuera de turno. Son tantas y tantas personas, famosas y anónimas, que están ayudando a difundir #médulaparaMateo, tantos conocidos que ya han tomado la decisión de donar o que lo harían si pudieran... Tal vez no seamos tan malos, o tal vez los buenos (¡tantos buenos!) deberían salir a relucir más a menudo y no sólo ante una desgracia.

Yo me enteré del caso de Mateo por Twitter, horas después de que su padre lo escribiera. Inmediatamente me vino una imagen del verano anterior, donde coincidimos en un restaurante del barrio. Allí estaba Lucas, su hermano. Más guapo... Rebusqué en la memoria... no, Mateo no existía por aquel entonces. 

Es sorprendente la sensibilidad que se desarrolla de forma automática cuando eres madre frente al sufrimiento de un niño. La empatía inmediata con sus padres. Cuando leí aquellos primeros tweets, casi pude sentir en las entrañas su miedo. 

Médula para Mateo
Con Mar, en el Centro de Transfusiones
No sé por qué, pero desde que conocí el caso, una pregunta no dejaba de rondar por mi cabeza: "¿y si fueras tú? ¿y si en tu médula estuvieran las células madre compatibles para Mateo?"  Empecé a informarme, a leer... y resulta que nada aseguraba que si yo donaba fuera para Mateo. Que una vez tomada la decisión, entras en un banco mundial de donantes, que el proceso es completamente anónimo, para donante y paciente... Y entonces piensas... ¿qué más da? Entonces reformulé la pregunta: 

¿Y SI TÚ TUVIERAS LA LLAVE PARA SALVAR LA VIDA DE UN SER HUMANO?

Desde luego, sólo hay una respuesta.




Pero ojo, una respuesta argumentada desde la reflexión personal. En mi caso son fundamentalmente dos los motivos:

- Por responsabilidad: La hermana mayor de mi padre murió de leucemia cuando tenía 23 años. Y el maldito, maldito cáncer, no deja de hacer estragos por donde quiera que mires. No me da vergüenza confesar que si no fuese madre lo más probable es que ni me hubiera planteado tomar esta decisión. Pero no puedes evitar pensar que te puede pasar a ti, que podría ser tu hija... y que dependerías de la generosidad de un extraño. En ese momento tomas conciencia de que tienes una responsabilidad: la de ofrecer un porcentaje un poquito mayor de posibilidades a cada uno de los pacientes que esperan un donante.

- Por gratitud. Dios y la Vida han sido extremadamente generosos conmigo hasta hoy. Nunca me ha faltado amor, salud y he tenido la suerte de nacer en una familia sin problemas económicos (y tremendamente trabajadora). He podido estudiar y trabajar cuando tocaba, y hacer una pausa para recolocarme cuando lo he necesitado, porque estaba cubierta. Cuando he perdido algo valioso me ha servido para apreciar más si cabe lo que permanece y me ha presentado nuevas posibilidades de crecimiento interior, haciendo hueco para cosas muy buenas que tenían que llegar. Me siento muy afortunada por todo lo que tengo, y es necesario devolver algo, algo importante, (no basta simplemente con no ir pisándole el callo al de al lado, eso no suma puntos de karma). Siempre he tenido la sensación de que podía hacer algo más, y era una cuenta pendiente en mi vida.

Y una vez expuestos los motivos, no puedo olvidarme de la causa que ha terminado de rematar la decisión de hacerme donante: contar con todo el apoyo necesario para hacerlo. 

Entre mis propósitos para este 2013 se encontraba uno importante (copio del post que puse en Facebook el 31-12-12): "tener cerca de mí a personas que hacen el mundo, el suyo y el de quienes les rodean, un poquito mejor." Sin duda acerté... gracias a estas personas yo también soy mejor y he sido capaz de tomar una decisión de la que me siento orgullosa. 

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Si queréis informaros, tenéis toda la información en:

Médula para Mateo
Organización Nacional de Transplantes - Donación de médula ósea
Fundación Josep Carreras contra la leucemia

Si queréis donar en Madrid, no os molestéis en llamar por teléfono porque no funciona. Es mucho más ágil por correo electrónico: donarmedula@salud.madrid.org

#médulaparaMateo
#M4M
#portodoslosmateos

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P.D. Leí hace poco esta frase: 


Las grandes oportunidades para ayudar a los demás rara vez vienen, 
pero las pequeñas nos rodean todos los días. 
Sally Koch

Para quien no se decida a donar, en este vídeo hay algunas ideas sobre cómo salvar una vida. Tampoco viene mal ponerlas en práctica.